Cadena de frío y su importancia en la conservación de alimentos
La cadena o red de frío es un sistema crucial en la logística de productos biológicos, especialmente en el ámbito de la salud. Este sistema no solo se encarga de preservar la eficacia de vacunas y medicamentos, sino que también garantiza que los alimentos lleguen a los consumidores en condiciones óptimas. A continuación, exploraremos en profundidad los diferentes niveles de la cadena de frío, los equipos empleados, y las mejores prácticas para manejar frascos abiertos y mitigar accidentes en este proceso.
¿Qué es la cadena o red de frío?
La cadena de frío se define como un sistema estructurado de procedimientos y tecnologías que se utilizan para asegurar que productos sensibles, como vacunas y alimentos, se mantengan a temperaturas controladas durante su almacenamiento y transporte. Este sistema se vuelve fundamental en la industria de salud, ya que las condiciones inadecuadas de temperatura pueden comprometer la efectividad de las vacunas y otros biológicos.
El objetivo de la cadena de frío es garantizar la integridad y estabilidad de los productos a lo largo de toda su trayectoria, desde su fabricación hasta su administración final. Esto incluye:
- Almacenamiento en condiciones controladas.
- Transporte en vehículos adecuados.
- Manejo correcto en los puntos de aplicación.
Niveles de la cadena de frío
La cadena de frío se organiza en diferentes niveles que permiten un manejo eficiente de los productos biológicos. Cada nivel tiene características y tiempos de almacenamiento específicos que son vitales para mantener la calidad del producto.
Nivel nacional
En este nivel, se desarrolla la normativa y se establecen los procedimientos técnicos para la operación de la cadena de frío. Aquí se encuentran los almacenes centrales de las instituciones del sector salud, donde los productos biológicos son conservados hasta que se validan su calidad e inmunogenicidad.
Los productos pueden permanecer en este nivel hasta su fecha de caducidad, asegurando que se mantengan en condiciones óptimas. Este nivel es el pilar fundamental de la cadena.
Nivel estatal o delegacional
Aquí se almacenan los productos biológicos recibidos del nivel nacional. Las instituciones de salud deben contar con cámaras frías y pre-cámaras adecuadas para satisfacer las demandas de los niveles jurisdiccionales y municipales.
Los biológicos pueden permanecer en este nivel un máximo de 9 meses, garantizando que se distribuyan a tiempo a las unidades de salud locales.
Nivel jurisdiccional, municipal o regional
Este nivel se encarga de concentrar los biológicos que serán distribuidos a unidades de salud o centros de abastecimiento regionales. La capacidad de almacenamiento debe ser suficiente para cumplir con las necesidades de la población local.
Los productos en este nivel pueden ser almacenados hasta 4 meses, lo que permite una distribución ágil y eficiente a las unidades de salud.
Nivel local o zonal
Este nivel incluye todas las unidades de salud donde se aplican las vacunas, como hospitales y consultorios privados. La interacción directa con la población hace que el manejo de los biológicos sea aún más crítico. Deben contar con los equipos de refrigeración adecuados para asegurar la eficacia de las vacunas.
Los productos biológicos en este nivel pueden ser almacenados en refrigeradores por un máximo de 3 meses. Es fundamental que se mantengan registros precisos de temperatura y manejo.
Equipos de la cadena de frío
La infraestructura de la cadena de frío está compuesta por diversos equipos diseñados para mantener las condiciones de temperatura adecuadas. Cada uno de estos equipos tiene un propósito específico para asegurar la integridad del producto.
- Cámaras frías: Equipos grandes que permiten el almacenamiento a largo plazo de vacunas y otros biológicos.
- Ultracongeladores: Utilizados para productos que requieren temperaturas extremadamente bajas, como algunas vacunas contra COVID-19.
- Refrigeradores: Mantienen temperaturas entre +2 °C y +8 °C, cruciales para muchas vacunas.
- Congeladores: Para el almacenamiento de productos que deben estar a -18 °C o menos.
- Termos y cajas térmicas: Utilizadas para transportar vacunas, estas mantienen la temperatura durante el traslado.
- Vehículos refrigerados: Diseñados para el transporte de productos biológicos, asegurando que se mantenga la cadena de frío durante el desplazamiento.
Manejo y uso de frascos abiertos
El manejo de frascos abiertos es un aspecto crítico en la administración de vacunas, especialmente las multidosis. Es esencial seguir estrictas pautas para asegurar que estos productos mantengan su eficacia.
Los frascos abiertos de ciertas vacunas pueden ser utilizados hasta 28 días después de su apertura, siempre que se mantengan las condiciones de temperatura adecuadas y no haya expirado la fecha de caducidad. Es vital registrar la fecha y hora de apertura para garantizar un uso adecuado.
Prácticas recomendadas para el manejo de frascos abiertos
- Registrar la fecha y hora de apertura.
- Monitorear la temperatura del frasco constantemente.
- Utilizar técnicas de asepsia al extraer la dosis.
- Desechar frascos de vacunas que hayan estado expuestas a condiciones inadecuadas.
- Respetar las fechas de caducidad establecidas.
Accidente de red de frío
Un accidente en la cadena de frío ocurre cuando los biológicos son expuestos a temperaturas fuera del rango permitido, que va de +2 °C a +8 °C. Esto puede resultar en la pérdida de potencia del producto y, en consecuencia, afectar la salud de la población.
Es vital contar con un plan de contingencia para prever y mitigar estos accidentes, ya que las causas pueden variar desde fallos técnicos hasta interrupciones en el suministro eléctrico. Un manejo deficiente de estos incidentes puede llevar a consecuencias graves.
Actividades mínimas diarias para asegurar las vacunas
Para mantener la eficacia de las vacunas, es necesario llevar a cabo una serie de actividades diarias. Estas prácticas ayudan a asegurar que la cadena de frío se respete y que los productos se mantengan en condiciones óptimas.
- Verificar la temperatura de los refrigeradores y congeladores al inicio y al final de cada turno.
- Comprobar el funcionamiento de los equipos de refrigeración al final del día.
- Reemplazar los paquetes refrigerantes utilizados para mantener la cadena de frío.
- Registrar las condiciones de almacenamiento en hojas de control.
Distribución de la cadena de frío
La distribución es un proceso crítico dentro de la cadena de frío, que asegura que cada producto biológico llegue a su destino en condiciones óptimas. Esto implica un control riguroso de las entradas y salidas a todos los niveles.
Es esencial contar con un cronograma de distribución que incluya detalles tales como:
- Entidad federativa y localidad.
- Nombre del biológico y procedencia.
- Fechas de ingreso y salida, así como temperaturas registradas.
La logística adecuada en este proceso no solo garantiza la disponibilidad de productos biológicos, sino que también contribuye a la eficiencia del sistema de salud en su conjunto.
Para una comprensión más visual de la cadena de frío, puedes ver este video que explica sus aspectos clave: